Poder estar bien estando sola significa mucho.
Básicamente el sentimiento de culpa no me deja en paz. No me deja en paz tampoco la idea de imaginar el sufrimiento ajeno, por mi irresponsabilidad y falta de sensibilidad.
Ayer de hecho no pude dormir pensando en que no es posible que no pueda hacerme cargo ni de mis dos gatos. Y de ahí empecé a pensar que "no valgo nada", ese fue el primer pensamiento vulnerable y visceral. Esa idea me llegó por pensar en que no tengo nada listo para mí en este momento de mi vida, me sentí desprotegida y carente de muchas cosas.
Empecé a pensar en mis deudas, en las cosas que quiero hacer y no termino, en que no tengo un talento especial, en que no visualizo mi futuro. Y la sorpresa de ayer me dejó pensando en lo que mucha gente de mi edad llega a pensar: el círculo de gente que me rodea se está comprometiendo, casando, teniendo hijos (o pensando en hacer eso pronto) y que yo me siento igual.
Todo eso me hizo sentir un poco menos especial y sí se justificó alguna lágrima por ahí.
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